Digan lo que digan, el dolor normal con que debe despertar una persona es cero. Pero si al despertar sientes molestia, vamos a ver los casos.

¿Por qué me despierto con dolor muscular?

El dolor siempre será un síntoma que nos indique que algo no funciona como debería en una parte de nuestro cuerpo. Si visitas el blog con asiduidad, no es la primera vez que lees esto, ¿verdad? Es frecuente que algunas personas se despierten por la mañana con dolor en el hombro, espalda, rodillas… Pero debemos de diferenciar los casos de enfermedades reumáticas, hernias discales u otras molestias que suelen producirse por falta de oxígeno en los tejidos.

Vamos con el dolor, ese viejo enemigo

En este artículo te voy a mostrar diferentes situaciones para que entiendas por qué se produce ese dolor al despertarse.

Fibromialgia

Debido a que es una enfermedad neurológica de carácter autoinmune, el dolor puede ser muy variado a lo largo del día o días. Las personas que lo sufren suelen tener dificultad para comenzar el día y requieren de más tiempo hasta que pueden empezar a moverse.

Los ejercicios de movilidad y los protocolos detox son la mejor de las opciones para facilitar este despertar, reduciendo el dolor y la dificultad de levantarse de la cama.

Hernia discal lumbar

Aquella persona que tiene una o varias hernias discales, en las que el disco comprime el nervio, sufrirá dolor e incluso incapacidad de poder moverse hasta pasadas unas horas. Esto sucede porque, al despertarnos, los discos vertebrales están recuperados e hidratados, y por lo tanto el nervio se ve más oprimido.

Dolor reumático

Cuando una persona tiene artritis e incluso artrosis (que, aunque se piense lo contrario, son patologías diferentes), se sufre también un dolor matutino, debido a que la articulación necesita movimiento para así estimular la zona, limpiar desechos y promover que los tejidos se nutran. Si no nos movemos, la articulación irá a peor y por ende la inflamación.

Otros dolores articulares

Casos en los que no se padece hernia discal, ni fibromialgia, y aparece un dolor articular o muscular al despertarse, pero que a medida que nos movemos mejora e incluso desaparece. En esta situación, tenemos un falta de oxigenación en una zona del cuerpo debido que el riego sanguíneo tiene problemas para llegar a todo el cuerpo.

Esta falta de riego sanguíneo puede darse debido a contracturas o señales que van desde un determinado órgano hacia nuestra columna y desde ahí se manda la señal a una determinada zona. Esta señal constante produce agotamiento y, después de haber recibido un mayor riego de sangre, pasa a lo contrario, produciendo vasoconstricción. 

En todos los casos, excepto en la fibromialgia, el pronostico es muy favorable en el corto y medio plazo, consiguiendo reducir o eliminar los síntomas con un tratamiento basado en alimentación terapéutica, ejercicio, y terapia manual.

Como siempre la salud se encuentra en el movimiento, por lo que te recomiendo que, si te encuentras en alguno de los casos enunciados arriba, te pongas manos a la obra para lograr alcanzar la salud.



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