
10 Dic La alimentación como origen de tu problema
La alimentación está infravalorada.
Al menos por la mayoría de la población.
En un mundo donde los alimentos son cada vez más sabrosos, es difícil darse cuenta de que lo que más nos gusta nos está haciendo daño.
Nosotros no elegimos los alimentos, ellos nos eligen a nosotros. Esto quiere decir que si estás en el supermercado, con la opción de decidir entre dos productos (ambos del mismo precio), la elección que hagamos estará condicionada por el trabajo de marketing que haya detrás, el cual está diseñado para estimular tu instinto al máximo.
Socialmente, hay un problema mayor: esto es debido a que alimentos potencialmente perjudiciales están en casi todas las mesas (tanto en el día a día como en ocasiones especiales). El alcohol, el trigo y los lácteos nos rodean, y es muy difícil comer fuera de casa e ir a un restaurante donde esos productos no estén presentes.
El alcohol puede ser lo más sencillo. Con no tomarlo, apañado. Pasarlo bien no debe ir reñido con estar sobrio. Aunque bien es cierto que hay quien se ve obligado, sobre todo en la juventud, a beber alcohol por la presión de grupo. Y es que el sentimiento de pertenencia es demasiado fuerte a esas edades.
En cuanto al tabaco, la mención es obligatoria, ya que estamos hablando de una sustancia cuyas consecuencias son perfectamente palpables en el corto plazo (al igual que el alcohol y otras drogas de curso legal).
Pero volvamos a la alimentación
Acerca de lo anterior: si solo tomáramos estos productos un día de cada siete, y cumpliéramos los deberes durante el resto de la semana, y estoy hablando de ejercicio y de alimentación, no pasaría casi nada. El problema es que la mala alimentación es diaria, desde la ‘comida de mamá’ (todo el mundo piensa que es sana, pero no es así en gran medida), hasta los preparados listos para comer que venden en el supermercado.
Se podría establecer una escala de alimentos o productos que hacen daño al organismo y organizarlo de menos a más, y, obviamente, veríamos con una claridad pasmosa la diferencia entre veneno puro infiltrado en nuestra alimentación y alimentos tan solo un poco dañinos para el organismo.
Esta misma escala se podría crear en cada persona, debido a que es muy importante entender, que cada alimento puede tener un efecto diferente dependiendo de una persona u otra.
Ahora mismo no quiero que te agobies al encontrar fallos en tu forma de comer
Ni mucho menos.
Este texto tiene como objetivo ponerte la mosca detrás de la oreja, hacerte pensar en lo que comes diariamente; que cuestiones si tu alimentación es la mejor para ti, puesto que es posible que pienses que estás comiendo sano cuando no es así.
Mi intención es que todo esto que te cuento te haga ver la realidad: que es que, en cierto porcentaje, la alimentación puede estar detrás de tus dolores o patologías, y que, hasta que esta parte no mejore, será muy complicado avanzar y conseguir eliminar o reducir esos problemas de salud.
En siguientes entradas del blog te explicaré qué síntomas nos dan la señal de que nuestro cuerpo no funciona adecuadamente, así como a actuar a tiempo para poder cambiar algunos de los hábitos que los producen.