
21 Ene Hacer tanto ejercicio no debe ser bueno
21Si te dedicas a hacer deporte, es posible que te hayas encontrado con el contrapunto del sentido común que tiene una opinión muy marcada acerca del ejercicio.
«Hacer tanto ejercicio no puede ser bueno», «correr tanto no puede ser sano», «levantar peso a la larga tiene que doler». Sí, hay gente que opina así. A veces incluso fundamentan sus palabras con «Hay un nombre para eso: se llama vigorexia» y se quedan tan anchos.
Debo matizar que la vigorexia sí es un problema, ya que la persona que la sufre tiene un problema a la hora de percibir su propia imagen; caso que debe consultarse con un profesional de la salud, todo sea dicho.
«Este ejercicio no puede ser bueno». Una historia basada en hechos reales
Me voy a explicar, que veo que el titular se puede malinterpretar. El otro día, estaba enseñando a un alumno la técnica de carrera. Justo ese día estábamos utilizando una pequeña cuesta para conseguir mejoras en la técnica. En esto que estábamos subiendo, una mujer nos comentó, desde su posición, que consideraba que subir la cuesta corriendo no podía ser bueno. A lo que añadió entre risas: «Yo la subo andando y llego arriba asfixiada».
Bien, este es un claro ejemplo de conducta que nos enferma.
Nunca está mal hacer comedia de uno mismo, pero, pensándolo, me di cuenta de lo que encerraba esa actitud. Obviamente, la mujer lo dijo sin maldad, pero yo me sentí terriblemente mal. Si lo piensas, hay un error de base, y es que esa persona no es consciente de que en unos años aparentará veinte más de los que tiene: la práctica del ejercicio no responde a una cuestión estética, no en este caso; responde a una cuestión de salud.
En la práctica deportiva, terminamos por conocer nuestros límites: es el sedentarismo lo que nos mata
La inercia del sedentarimo puede enterrarnos. Mucha gente que empieza a hacer ejercicio sin mucho convencimiento acaba por dejarlo porque nota partes del cuerpo de las que antes no era consciente, si ello la sumamos la respuesta al ejercicio de un cuerpo no acostumbrado (como son las agujetas, por ejemplo), es lógico que terminen por abandonar la práctica deportiva.
Creo que es el miedo al movimiento lo que limita, valga la redundancia, su propio movimiento. Y hasta cierto punto lo entiendo; levantar un peso durante un número determinado de veces requiere esfuerzo, y no todo el mundo está dispuesto a hacerlo. Y como el beneficio no es inmediato (aunque sí se nota relativamente pronto), y se sienten sanos, no ven motivo para hacer ejercicio.
Tristemente, hay mentalidades que es muy difícil cambiar, por lo menos hasta que nuestro organismo nos da una evidente señal de alerta (con el diagnóstico de una patología o enfermedad), hasta que vemos las orejas al lobo.
Lo importante, para no lamentar haber empezado tarde a entrenar, es ponerse cuanto antes y disfrutar de los beneficios del ejercicio. Además, quienes entrenan lo pueden asegurar, engancha. Si se empieza a tiempo, con motivación y disciplina, puedes conseguir cambios brutales en salud, físico y calidad de vida.